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Cómo traducir una página web y posicionarla en Google

El principal motivo para traducir una página web a uno o varios idiomas es conseguir que más personas puedan conocer los productos o servicios profesionales que ofreces. Es decir, obtener más clientes y más beneficios, ni más ni menos.

Por tanto, ya te puedes ir olvidando de reescribir fielmente el texto del español a otros idiomas y ni se te ocurra utilizar traductores automáticos.  Esto es algo que en nuestra empresa de traductores profesionales de Madrid sabemos muy bien.

Si necesitas la traducción de una página web y posicionarla lo más alto posible en los buscadores, tienes que saber que no solo es importante traducir y adaptar los contenidos visibles de dicha web en ese idioma, también se ha de trabajar el SEO. Por tanto tenemos tres aspectos a tener en cuanta:

1- Traducir y adaptar el texto

Para traducir una página web de forma eficaz es necesario que adaptes el texto a las características de los idiomas de destino. Esto como ya debes suponer, significa entre otras cosas, desde utilizar una ortografía y una gramática correctas, hasta investigar acerca del marco cultural al que te vas a dirigir.

Con todo esto, conseguirás ofrecer una buena imagen a tus clientes potenciales que visiten tu web. Por ejemplo, ten presente que no es lo mismo querer captar a un cliente francés, uno alemán, inglés, italiano o chino.

2- Realizar un correcto trabajo de SEO

Para conseguir mayores beneficios, traducción y SEO (posicionamiento web) deben ir de la mano y, por ello será necesario que optimices el contenido para atraer más visitas. Es decir, que ya no solo estamos hablando de traducción, ¿verdad?

Es momento de preocuparse por un tipo de labor más concreta: la traducción web y traducción SEO. Es necesario traducir toda la información oculta para el lector, pero que los robots leen para que los buscadores como Google, Yahoo o Bing ofrezcan como resultado tu página web cuando un usuario realiza una búsqueda en Internet relacionada con tu producto o servicio.

  1. – Traducción del contenido visible al lector.
  2. – Traducción de etiquetas meta Title.
  3. – Traducción de etiquetas meta Description.
  4. – Traducción de etiquetas meta Keywords.
  5. – Traducción de las URL.
  6. – Traducción del título y alt de las imágenes.

Por lo tanto, para que al traducir una página web ésta se posicione correctamente en los buscadores, no basta con una simple traducción, sino que es necesario que esa traducción web se realice teniendo en cuenta los parámetros de SEO (search engine optimization).

Por eso es indispensable contratar los servicios de un traductor profesional con conocimientos de SEO, ya que tendrá que utilizar las palabras clave que mejor se adapten al mercado potencial al que va dirigida la web.

En algunos casos, las empresas facilitan a las agencias de traducción una lista de palabras clave en el idioma al que quieren realizar la traducción, de forma que el traductor pueda aplicar esas palabras clave en la traducción con el fin de posicionar mejor la web.

Cabe destacar que si tu objetivo es posicionarte en varios mercados pero no dispones de presupuesto suficiente para traducir todo el contenido en línea, una práctica habitual es traducir una única página web o una parte concreta de toda la web, ya que eso te permitirá ser visible para los robots y, por tanto, posicionarte en los buscadores. En resumen, para traducir una página web y posicionarla correctamente:

a) Traducción y Google.

El hecho de que tu página web esté escrita en inglés, en francés o en alemán no hará que aparezca por arte de magia entre los primeros resultados de búsqueda de Google en esos idiomas: necesitarás realizar un estudio del sector, crear contenido relevante de calidad y posicionar diferentes palabras clave en cada una de las lenguas de destino con el fin de colocar la web en una posición privilegiada en los buscadores.

b) Analiza las palabras clave atentamente.

Si de verdad quieres rentabilizar el dinero que invertirás en traducir tu web, y tener más ventas, necesitarás estudiar con atención qué términos son los más utilizados en cada idioma: puede que “fee” resulte más útil que “fees”, pero quizá “tarifas” proporcione mejores resultados que “tarifa”. Asimismo, hay palabras clave que, por muy rentables que puedan resultar a largo plazo, son muy difíciles de posicionar; de este modo, deberemos recopilar información, analizarla y encontrar el punto intermedio (por ejemplo, aplicando criterios de geolocalización a las búsquedas).

c) El contenido nunca es suficiente.

Si de verdad quieres conseguir que los clientes extranjeros encuentren tu página web en primer lugar, no olvides traducir también las metaetiquetas, las descripciones, títulos de imágenes, etc. Las metaetiquetas y las descripciones son la forma que tiene una página web de hablar con los buscadores, y es la información que estos utilizan para mostrar unos u otros resultados ante cada búsqueda de los internautas.

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Para finalizar, no te pierdas una traducción profesional es clave para tu web

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